“Moshe dijo; “Y así dijo HASHEM, cerca de la medianoche, Yo saldré en medio de Egipto.” – Shemos 11:4
Moshe cambio las palabras
HASHEM se paso meses y meses mostrándoles a los Mitzrim que solo Él controla todo aspecto de la creación. A Moshe se le instruyó que le advirtiera al Pharaoh que si el todavía no dejaría salir al pueblo Hebreo, entonces exactamente con el toque de la campana de la medianoche, cada primogénito en Mitzrayim moriría. Sin embargo cuando Moshe se apareció delante del Pharaoh, el cambió el mensaje y dijo, “Si el Pharaoh no libera a los Hebreos, entonces aproximadamente a la medianoche, cada primogénito morirá.”
Rashi le preocupa que Moshe hubiera cambiado las palabras de HASHEM. El explica que Moshe tenia miedo de que si el le daba la hora exacta, los Mitzrim estarían mirando el reloj y tal vez podrían tener un error de cálculo. En vez de asumir que ellos estaban equivocados, ellos hubieran atribuido el error a Moshe y hubieran asumido de que el era un mentiroso. Para evitar cualquiera falla, Moshe cambio lo que HASHEM dijo y le dijo al Pharaoh que cerca de la medianoche, el primogénito comenzaría a morir.
¿Como los Mitzrim decían la hora?
Este Rashi parece ser bien difícil de entender. En nuestros tiempos, tenemos instrumentos de precisión para medir el tiempo; tenemos relojes, relojes de pulseras, y cronógrafos mecánicos. En el mundo antiguo, los relojes eran de origen crudos y simples. Durante el día, un reloj solar podría dar algún grado de precisión, dar o quitar unos minutos. Pero el makkah de b’choros era en la noche. La manera en que los Mitzrim dirían la hora por las noches era mirando a las estrellas. Ellos mirarían hacia arriba a las estrellas a ver como se alineaban y aproximaban la hora. ¿Que tan preciso podría esto ser? El telescopio todavía no había sido inventado; la matemática avanzada todavía no se había descubierto. Entonces, ¿que derecho tendrían ellos para asumir de que ellos estaban en lo correcto y Moshe estaba equivocado?
Diez meses comprobando estar correcto
Lo que hace esto aun mas difícil de entender es que por cerca de un año, Moshe y Aaron se presentaron en el palacio del Pharaoh, milagrosamente prediciendo lo que iba a ocurrir si el Pharaoh no les permitía a los Hebreos salir de Mitzrayim. Una vez tras otra, los eventos ocurrieron exactamente como Moshe predijo. En el modo preciso, en el tiempo específico, y con sorprendente exactitud, lo que Moshe dijo, pasaría y pasó. Entonces, ¿porque los Mitzrim suponían que ellos estaban correctos y Moshe estaba mintiendo? ¿No seria mas factible de que ellos fueron los que hicieron el error?
Yo nunca me equívoco
La contestación a esta pregunta esta basada en la naturaleza humana. Nosotros tenemos la tendencia de asumir que nuestras opiniones son correctas sin importarnos la evidencia contra nosotros, e independientemente de con quien estemos discutiendo.
Mientras que a lo mejor no lo hemos pensado mucho a como es que hemos llegamos a este entendimiento, después que algo es aceptado como nuestra opinión, se hace muy difícil de cambiar.
Somos descuidados en la formación de nuestras opiniones
Moshe tenia miedo de que los Mitzrim calcularan la hora, y a pesar de la dudosa precisión de sus calculaciones, que ellos llegaran a sacar conclusiones rápidas que Moshe estaba equivocado – que el estaba – de hecho que el era un mentiroso que fabricaba totalmente la situación. Para prevenir esto, Moshe dijo, “cerca de la medianoche.”
Las implicaciones de este concepto son de un gran alcance cuando lo llevamos hacia su conclusión lógica. Supongamos por un minuto que Moshe no hubiera cambiado las frases. Supongamos que el hubiera dicho que exactamente a la medianoche HASHEM mataría a los primogénitos. Moshe temía de que cuando el makkah comenzó, los Mitzrim se equivocaran en sus cálculos de la hora y concluyeran que había comenzado exactamente a la 11:45 PM. ¿Que demostraría eso? ¿Si Moshe fallara por unos minutos, entonces que? Todo lo que el había dicho hasta entonces era verdadero. Pero aun mas, cada primogénito habría milagrosamente muerto, exactamente como Moshe lo dijo. ¿Que posible conclusión hubieran llegado los Mitzrim que le hubiera valido la pena a MOSHE para cambiar las palabras que HASHEM le había dicho a el?
Nuevamente, aquí vemos otra tendencia humana. Moshe tenia miedo de perder su estatus y de ser descreditado aunque vez tras vez fue comprobado correcto. Los Mitzrim, en vez de cuidadosamente retroceder para ver las bases de sus opiniones, cual eran grandemente especulativas, asumieron que Moshe estaba equivocado, y entonces ellos crearían una filosofía completa — a pesar de la inmensa evidencia contra ellos.
Este concepto tiene gran pertinencia para nosotros, en el lado que da, como para el otro lado el que también recibe. Para que sea efectivo, la persona honesta debe de reconocer la tendencia de ser parcial. Cuando nos encontramos en desacuerdo con otros, es difícil escuchar la posición opuesta, sin importarnos la lógica o la evidencia a favor de ellos. Sea con respecto a la política, en los deportes, la economía, o cual color de corbata le va mejor con el vestido, tenemos la tendencia de descuidarnos en la formación de nuestras opiniones. Pero cuando nos desafían, nos encerramos y nos volvemos casi incapaces de escuchar otra perspectiva.
“Un hombre convencido contra su voluntad, permanece todavía de la misma opinión”
En el otro lado de la moneda, esta idea tiene un gran impacto cuando es nuestra meta convencer a otros. Sea un compañero de trabajo que usted desea influenciar sobre el tema de religión, o a un niño para que actué con mas responsabilidad – entre mas claramente entendemos la naturaleza de los personas, mas efectivos podemos ser.
El principio de funcionamiento es que la discusión trae como consecuencia la reacción opuesta de la cual estamos buscando. Entre mas directamente yo confronto la creencia que usted tiene, con mas fuerzas usted va a resistir en renunciarla.
La razón de esto es que cuando yo directamente desafío algo que usted piensa que es verdad, ya no es la creencia la que esta debajo de un ataque – es usted. Es como si yo le estuviera arrancando un bastión que le sostiene, y su instinto de auto preservación viene a su defensa. En este momento, la idea misma que tal vez usted no haya creído totalmente hasta ahora, crecen raíces que son cimentadas en su propio ser, y usted es casi incapaz de renunciar a ellas. Haciéndolo seria como admitir la derrota, algo que seria muy desagradable.
El único método para poder influenciar efectivamente a otras personas es reconociendo la composición interna de la persona humana, y entonces con mucho cuidado y delicadeza llevar a esta persona a un entendimiento correcto, permitiéndole que su sentido de ser permanezca intacto.
Penina Parnasa – Traductora